Necesitamos líderes con capacidad de gestión y transformación

Una de cada cinco empresas puede mejorar sus resultados hasta un 20 %, gracias al liderazgo. Existen seis estilos de liderazgo, que tienen una repercusión directa en la consecución de las metas propuestas. Veamos cuáles son:

• El orientativo. Se caracteriza por definir muy bien la dirección que seguir y marcar un rumbo claro, facilitando así que los esfuerzos individuales estén bien orientados.
• El imitativo. Se basa en dirigir a través del ejemplo propio, con una alta capacidad para convertir las ideas en acción, impulsado por la coherencia intelectual y moral.
• El coercitivo. Está centrado en identificar el trabajo mal hecho y separar a todas aquellas personas que lastran o penalizan el rendimiento o la convivencia del colectivo. Hacen suyo el lema: “el que no rema, pesa”.
• El afiliativo. Es el que presta atención sincera a las personas consciente del poder que tiene la empatía para fortalecer las bases directivas a largo plazo y poder afrontar las dificultades.
• El democrático. Invita a los empleados a participar en la toma de decisiones que afectan a su trabajo. Aspecto que favorece el desarrollo profesional, a la vez que multiplica el nivel de motivación.
• El capacitador. Es el que practica el entrenador de futbol cuando monitoriza al detalle la evolución de los partidos y se comunica proactivamente con los jugadores para que se adapten mejor a las circunstancias.

Aunque los rasgos de la personalidad siempre nos ubican de forma preferente en alguno de estos seis estilos de liderazgo, el psicólogo Daniel Goleman asegura que no son compartimentos estancos, sino que sus competencias se pueden mezclar y complementar para mejorar los resultados. De hecho, él equipara el buen líder con un jugador de golf que, para ganar la partida, necesita de una bolsa con varios palos y tiene que elegir el más adecuado para cada situación.

Es muy importante analizar el liderazgo de los dirigentes de la empresa, a todos los niveles, a partir de marcos de referencia capaces de valorar su inteligencia emocional y su verdadero potencial transformador.

Recordemos al filósofo chino Lao -Tse que hace más de 2.000 años decía: “el mejor líder es el que nadie sabe que lo es. Y como no se atribuye los méritos, el mérito nunca le abandona”.

En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “las habilidades directivas” que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.

Feliz semana a tod@s.