La contabilidad y los recursos humanos

La mayoría de los directivos, a la hora de enjuiciar y valorar a su compañía, siempre establecen un axioma: «el capital más importante de mi empresa es el humano«.

El valor de una empresa está medido por lo que es capaz de conseguir: resultados, participación en el mercado, nivel de tecnología, servicio a la sociedad, etc. Nadie duda que el éxito o el fracaso de estos logros los consiguen las personas que configuran la compañía. La diferencia entre una empresa y otra estriba únicamente en las personas que las forman. Estas reflexiones, que son muy ciertas, la contabilidad las considera de una forma muy distinta: para ella, toda persona es pura y únicamente un coste.

Así se reflejan de forma muy pormenorizada los diversos integrantes de dicho coste. El propio sistema contable es, en cierto modo, estimulante a la hora de enjuiciar los montantes de estos costes sociales, su evolución, en qué áreas de la empresa están localizados, cómo se transforman en una parte del producto que se fabrica, etc. Pero en cuanto a la otra cara de la moneda, es decir, a las aportaciones presentes y futuras del personal al resultado de la compañía, de esto la contabilidad es incapaz de facilitar un mínimo de información.

No enfatizaríamos en este tema sino fuese transcendente y no existieran unos terribles riesgos. Vamos a repasar algunos de ellos.

• ¿Puede explicitar su contabilidad las aportaciones al resultado de cada uno de sus departamentos y de las personas que los integran? ¿Qué sistema contable debería de instaurar para conseguirlo?
• Los procesos de dirección, tales como la comunicación, la delegación, la motivación, etc. son básicos para estimular la aportación del personal. ¿Detecta la contabilidad el sistema de dirección que se lleva a cabo en la compañía? ¿Conoce las oportunidades de alcanzar unos mejores resultados y que se están perdiendo?
• ¿Dispone la contabilidad de algún tipo de indicador acerca de las innovaciones que se dan en la empresa a todos los niveles y lo que aportan al resultado?
• ¿Se podría evaluar, en cuanto a la repercusión en los resultados futuros, el clima social que se respira en la empresa? ¿Puede la contabilidad ayudar a ello?
• ¿Se conoce alguna empresa que incorpore a su balance partidas de la gestión de los recursos humanos, tales como, inversiones en colaboradores, prestaciones potenciales, reserva de prestaciones? ¿Cuál es la opinión al respecto? ¿Qué criterios de valoración se debería implantar?

En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “la organización contable” que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.

Feliz semana a tod@s.