¿Da prestigio trabajar muchas horas?
En un entorno en el que las empresas y los clientes piden una interconexión continua, la dedicación completa, esa que exige estar disponible 24 horas al día y siete días a la semana, parece que forma parte indispensable de las tareas asignadas. Esto acostumbra a ocurrir en las consultoras, en empresas del sector jurídico, en las financieras, y en general, en aquellas en las que se trabaja por proyectos.
En estos casos, los empleados que han interiorizado esta imposición sin demasiadas tensiones han entendido que, si no participan de una manera muy activa, la realización de los proyectos puede no estar a la altura precisa. En el ámbito anglosajón es habitual dedicar de 60 a 80 horas semanales al trabajo en las empresas de élite. Dado que estas compañías son globales, esas formas de trabajo operan ya en todo el mundo. En el caso español el presentismo es más intenso que en otros países europeos. Ya forma parte de la vida laboral cotidiana la necesidad de responder a los mensajes, las llamadas a deshoras o simplemente el estar de guardia.
Entendemos que es un craso error considerar que una gran dedicación de horas a “calentar la silla” en el puesto de trabajo, es un signo evidente de que la persona está muy comprometida con la empresa. Son los resultados obtenidos los que determinan el nivel de integración y compromiso de la persona. Pero, por desgracia, todavía existen multitud de directivos, a todos los niveles, que están seriamente incapacitados para poder medir objetivamente la aportación de su gente a los resultados de la compañía. Para ellos es un signo evidente que las horas dedicadas al trabajo de su personal es el máximo exponente de la integración a los intereses de la empresa.
En muchas ocasiones esta excesiva dedicación provoca una dejación de responsabilidades de la persona en cuanto a su familia, a su reponedor descanso y a su propia formación. Solemos quejarnos de las deficientes capacitaciones de nuestros jefes y empleados, pero apenas ayudamos a que superen este déficit. Todos sabemos que la formación es un tema duro, sobre todo si se debe alternar con un trabajo exigente. Ante ello, en lugar de facilitar las cosas a la gente para que se forme, les exigimos jornadas dilatadísimas que, si no las cumplen sistemáticamente, estarán mal vistos y peor valorados.
Por otro lado, estamos cansados de observar cómo el tiempo normal de trabajo se despilfarra de cien mil maneras distintas y cómo, después, se quiere recuperar en base a trabajar a deshoras, es decir, cuando apenas queda nadie en el despacho, abandonándolo a las quinientas y vendiendo la idea del copioso trabajo que uno está llevando a cabo. Para redondear la actuación, se recogen unos cuantos asuntos, se introducen en la cartera y se llevan a casa, para ultimarlos definitivamente. Por supuesto, los asuntos transportados vuelven a la oficina en la misma situación en la que se llevaron a casa.
Existen directivos que, siguiendo su propia paranoia, quisieran que todas las personas estuvieran en todo momento pensando en sus responsabilidades laborales. Hace unos días un alto directivo de una empresa importante nos explicaba: “Mi enfoque a la hora de contratar personal y de integrar a los miembros de su equipo es el siguiente. ¿En qué quiero que piensen en cuanto se levantan de la cama por la mañana? Si se trata de desarrolladores de negocio, su primer y único pensamiento tiene que ser para el desarrollo del negocio. Si son project managers, exactamente igual”.
Es una verdadera lástima que trabajar muchas horas se convierta en un aspecto muy estimado laboral y socialmente y que la persona que así se comporta sea percibido como alguien que se entrega intensamente a su tarea y de esta forma se asegura una buena evaluación. A menudo corremos el riesgo de olvidarnos que lo importante es vivir y que trabajar eficazmente es únicamente un medio para poder vivir mejor.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “el personal” que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.
Feliz semana a tod@s.