¿Existe la felicidad?

9 julio, 2022 0 Por JLHA

La vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad aparecen como derechos inalienables en la Declaración de Independencia Americana. “Derecho a buscar la felicidad”, no a lograrla. Pero ¿es que realmente se puede alcanzar? Nos pasamos la vida buscando la felicidad y, cuando finalmente la encontramos, estamos un rato con ella y la dejamos escapar. Porque la felicidad no está hecha para retenerla. Porque nosotros sí estamos hechos para vivir en su búsqueda constante.

Nuestras emociones son mixtas, desordenadas, caóticas. Ciertos estudios han mostrado que las emociones y los afectos positivos y negativos pueden coexistir en el cerebro y ser relativamente independientes el uno del otro. Básicamente, lo que la biología nos dice es que mantener un estado de felicidad de forma permanente en el tiempo es una quimera. Lo que tenemos en la vida son momentos de felicidad.

No podemos aspirar a una felicidad permanente. Sí a vivir el mayor número de “momentos felices” posibles. Esos instantes de plenitud aparecen cuando uno menos se lo espera: cuando alguien nos hace reír después de haber tenido un día horrible, durante un paseo por el campo o mientras vemos una película un sábado por la noche. No podemos indicar dónde encontrar los momentos felices, eso depende de cada persona. Lo que sí podemos decir es qué pensamientos y acciones son capaces de arruinar cualquier instante de felicidad:

  • Vivir la vida pensando en el qué dirán. Aunque suene a cliché, es importante que dejemos de buscar la aprobación constante del resto. Supeditarse a la opinión de los demás conlleva el riesgo de ponerse en un segundo o incluso último lugar y dejar de ser uno mismo y esto, a la larga genera un profundo sentimiento de insatisfacción. Nadie quiere despertarse un día y darse cuenta de que lleva mucho tiempo sin llevar la vida que realmente quiere.
  • No nos menospreciemos. Aprendamos a valorarnos, a querernos. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de convertirnos en nuestro peor enemigo.
  • No intentemos controlarlo todo, es imposible. Hay cientos de factores que se escapan de nuestra voluntad. La vida es azar, incertidumbre.
  • No nos martiricemos por cosas que no podemos cambiar. Pero tengamos el valor para cambiar aquello que sí tiene solución. La vida no se vive con la mente, sino con los sentidos. Dejemos de imaginar lo que “podríamos llegar a ser” y pongamos en marcha el plan para convertir ese sueño en realidad.
  • Pidamos ayuda. Pedir ayuda cuando se necesita es un acto de humildad y de valentía, pues a través de la petición de apoyo reconocemos el valor de las demás personas y luchamos contra la habitual presión hacia la idea de ser autosuficientes.
  • No culpemos a los demás de nuestros propios errores. Echar la culpa a los demás es muy fácil. Sin embargo, asumir los errores es lo único que nos permitirá aprender de ellos. Gracias a éstos creceremos como personas.
  • No nos comparemos. Cuando nos comparamos, solemos ver en el otro lo que nos falta, generando cierta «envidia» que nos hace sufrir sin aportar nada a cambio.

En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “el personal” que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.

Feliz semana a tod@s.