Algunas “perlas” de fraudes contables (II)

Algunas “perlas” de fraudes contables (II)

1 marzo, 2025 0 Por JLHA

Vamos a describir las acciones fraudulentas realizadas para empeorar o mejorar los resultados y la situación patrimonial. La razón más frecuente es la fiscal, aunque también se da la necesidad de maquillar el balance para obtener favores financieros. La mayoría de los asientos fraudulentos que hacen las empresas para aflorar más o menos beneficios se efectúan aumentando o disminuyendo tanto el activo como el pasivo, los gastos o los ingresos. Algunas prácticas muy seguidas son:

  • Lograr que el balance no reconozca ciertos avatares como: mercancías averiadas; deudores insolventes; edificios incendiados; títulos bursátiles depreciados; artículos anticuados de difícil venta, o lo que es peor totalmente obsoletos o inservibles; maquinaria improductiva, etc.
  • La Fecha de cierre del balance deslizante según resultados, por ejemplo, cerrar la facturación y los cobros a mediados de enero o postergar determinados gastos del año al ejercicio siguiente.
  • Aumentar el valor del inmovilizado o los stocks, en base a incluir gastos que a todas luces no añaden ningún valor. También la existencia de abonos no incluidos en el valor contable del bien, pero sí distribuidos a los accionistas.
  • El aprovechamiento de disponer sucursales o empresas en el extranjero para poder expatriar los beneficios mediante el juego de los precios de cesión de los productos y servicios.
  • Las valoraciones del stock, así como la cantidad declarada son temas paradigmáticos en el retoque de los beneficios. Partidas de productos fabricados con una calidad irreprochable pasados como defectuosos y dados como pérdida, pero vendidos con un buen margen. El consumo desproporcionado de materias primas y la producción entrada en el almacén de productos acabados. La “nueva compra” a un proveedor amigo, de la materia prima rechazada. No incluir en los stocks la mercancía entregada a clientes en depósito o consignación o dar de entrada una mercancía recibida en consignación. Ignorar contablemente los Los favores recibidos por los proveedores.
  • El reconocimientos de deudas difícilmente cobrables, sin ninguna relación con la explotación normal del negocio, pero proveniente de “préstamos de complacencia” (peloteo).
  • Inflar la cuenta de deudores mediante cuentas ficticias introducidas fraudulentamente en los libros.
  • Contabilizar gastos que representan un aumento de valor del inmovilizado como gastos generales No registrar el crecimiento anual de la cabaña al no dar de alta el ganado nacido en el año. Falsificaciones basadas en defectos de fabricación, averías, roturas, etc., que no se corresponden con la realidad.
  • Las omisiones puras y simples de justificantes y sus correspondientes asientos. Las denominaciones arcaicas y evasivas de las cuentas (puente, de orden, interinas, de participación…) suelen esconder posibles fraudes o manipulaciones misteriosas. La llevanza de una cuenta secreta del empresario obliga a disponer de una contabilidad “B” entroncada totalmente con la oficial para conocer con exactitud la marcha real de la empresa. Se quiere vender la película de la necesidad de un libro secreto por el que se conocen todas las operaciones, toda vez que su conocimiento por parte de la competencia y del personal podría perjudicar enormemente a la empresa. Todo lo contrario que se preconiza ahora con la transparencia.
  • Cobro de cantidades periódicas, fijas o variables, de los accionistas consideradas como gastos generales, en lugar de dividendos, que drenan los resultados.
  • Otras maniobras fraudulentas:
    • Contabilización y pago de gastos personales de los propietarios de la empresa.
    • Ventas de mercancías sin registro contable (facturas en blanco).
    • Ingresos no pasados por contabilidad.
    • Amortizaciones insuficientes.
    • Compensación de deuda hipotecaria con valores hipotecarios activos de dudosa liquidez.
    • Amortizaciones elevadas, por las diferencias de precio entre la maquinaria actual y la nueva que la sustituirá.
    • Amortización de participaciones financieras sin motivo aparente para llevarlas a cabo.
    • Utilización de cuentas acreedoras para volatizar beneficios y efectivo.
    • “Comprar” empresas quebradas o directamente pérdidas.

La mayoría de los actos fraudulentos exigen de sus autores una fuerte dosis de reflexión y de sutileza. Por ello se debe seguir lo que han hecho y cómo han burlado los sistemas. Los buenos conocimientos de la técnica contable son fundamentales, pero también la reflexión de cómo se pueden descubrir lo más rápido posible estos hechos delictivos y evitarlos al máximo. No debemos olvidar el riesgo de incurrir en el denominado delito fiscal que está definido como: “El que, por acción u omisión, defraude a la Hacienda eludiendo el pago de tributos, siempre que la cuantía de la cuota defraudada exceda de ciento veinte mil euros, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años y multa del tanto al séxtuplo de la citada cuantía”.

En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “la organización contable” que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.

Feliz semana a tod@s.