La alerta del Banco de España
“Los bancos tienen miedo de que se dispare la morosidad y por ello endurecerán los criterios de concesión en el segmento de financiación a las sociedades. La contracción de la oferta de crédito responde a los riesgos que se perciben en la economía”. Esta es la alerta del Banco de España expresada en su boletín económico de este enero.
Dos son las reflexiones que nos sugiere este comentario del regulador:
- Es de Perogrullo que la morosidad la provoca la falta de dinero para hacer frente a los vencimientos de las deudas. Esta falta de liquidez normalmente acontece cuando los negocios no funcionan con normalidad y se generan pérdidas más o menos voluminosas. Esta problemática se ve agravada por culpa de inversiones desafortunadas en todo tipo de activos. Uno de los activos más propensos a no generar liquidez a la empresa es la venta a clientes que, al vencimiento de la factura, dejan de atender su pago.
Esta falta de seriedad de los clientes, consistente en su incumplimiento de los compromisos contraídos, genera primero una desazón que se convierte en una preocupación, a veces profunda dependiendo del importe adeudado, al observar cómo van pasando los días y la transferencia prometida no acaba de llegar. La historia del impagado acaba muy mal cuando se llega a la conclusión de la imposibilidad de su cobro por infinitas razones.
Los bancos están dando a las empresas una lección de gestión consistente en endurecer las condiciones de concesión del crédito ante una situación de alto riesgo de morosidad. Las compañías mercantiles no pueden continuar con unos sistemas de concesión de créditos a sus clientes arcaicos, inoperativos e ineficaces, cuando los tienen. El problema no es vender, si no cobrar. Una muy buena venta que no se cobra, es una pesada rémora que merma los beneficios y la liquidez. Es hora de aprender de los bancos, son los que más saben de gestionar el dinero. Se deben revisar las normas de asignación de créditos a los clientes, efectuando una verdadera autocrítica e incorporando o modificando elementos que las hagan más adecuadas para combatir la actual, y presumiblemente futura, situación financiera. Por otro lado, debemos tener la voluntad y disciplina de aplicar las normas a la totalidad de la clientela con el rigor preciso.
- La otra reflexión proviene del comportamiento de la banca. Siempre pasa lo mismo, parece que sólo se conceden los préstamos a aquellas empresas que no lo necesitan. Aquellas que lo precisan, presentan unos números que, a todas luces, no alcanzan los mínimos que exige la entidad financiera para concedérselo. Nos olvidamos de que, por eso lo solicitan, para arreglar un poco sus cosas.
El Banco de España en su citado informe explica que “los avales públicos del ICO contribuyeron a que la demanda de créditos se animara en el primer semestre del 2020. Pero en la segunda parte del año las empresas fueron más prudentes a la hora de pedir financiación a los bancos” (¿?).
De lo anterior se desprende que las empresas que tienen la necesidad de pedir un crédito, y los números que presenta no son los que le gusta a la banca, parece que tiene la posibilidad de presentar un aval público del ICO. Si hay suerte y no está cerrado el cupo, puede obtenerlo y cerrar el contrato de préstamo.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará dos interesantes cuestionarios de 40 preguntas cada uno sobre “el realizable” y “el exigible a corto plazo”, que le ayudará a reflexionar sobre estos importantes temas.
Feliz semana a tod@s.