Se necesita dinero para emprender
“Los emprendedores pueden sacar adelante con sus propios recursos prácticamente cualquier negocio, especialmente si no les queda otro remedio”, según dice Guy Kawasaki. Puede ser cierto, pero también lo es que el emprendedor, para conseguir el dinero que precisa, debe aprovecharse de todas las oportunidades que le brinda la Sociedad.
De entrada, debe conocer los distintos tipos de instituciones que el Estado ha creado para ayudar a los emprendedores. Una de ellas son los parques tecnológicos y las incubadoras o viveros. Se trata de lugares en los que se facilita una estructura elemental para el nacimiento de la compañía. Existe un poco de espacio, un poco de asesoramiento y un poco de formación al emprendedor. Además, se le facilita información que le orienta sobre a dónde dirigirse para lograr permisos, préstamos, patentes, etc. Es importe que se busque este tipo de ayuda y se evalúe si puede ser útil o no.
Todo emprendedor tiene la obligación de pedir subvenciones o ayudas económicas y bonificaciones que concede la Administración ya sea nacional, autonómica, o local. La finalidad de éstas es impulsar la creación de empresas y la contratación de profesionales. Existen numerosas subvenciones, pero este tipo de ayudas están en constante modificación, por lo que recomendamos que se consulte sólo la información que esté debidamente actualizada. Se aconseja que, a la hora de elaborar el business plan se dedique un capítulo para analizar la posibilidad de conseguir subvenciones de todo tipo posible. Es importante plantearse si recurrir a la figura del gestor de subvenciones para agilizar los trámites que, a veces, parecen eternos.
Bien está todo lo anterior, pero llega el momento fatídico en el que los gastos que se deben pagar son más elevados que los ingresos que se obtienen. Esta situación se puede afrontar de distintas formas. Las más usuales son:
- Utilizar los propios recursos económicos. Es muy difícil confiar en la idea de alguien que no ha apostado por ella con sus propios recursos económicos.
- Recurrir a los allegados, es decir, a la familia y a los amigos. Suelen estar en disposición de ayudar y apoyar al emprendedor sin apenas exigir condiciones de rentabilidad mínima y de garantías.
- Llamar a la puerta de los bancos. Puede tramitarse un préstamo por el que se recibe una cantidad de dinero, con un tipo de interés y en un tiempo establecido. También puede ser un crédito que permite obtener la cantidad que se precisa en cada momento durante el plazo establecido, aplicando el tipo de interés únicamente a la cantidad utilizada. Además, existe el microcrédito que es un tipo de préstamo, de un máximo de € 25.000, que se realiza a personas que no tienen las garantías suficientes para acceder a un préstamo tradicional.
- Solicitar la ayuda de los “business angels” que son inversores que colocan cantidades elevadas de dinero y también aportan sus conocimientos y experiencia a los emprendedores. Ponen como requisito a la inversión que el business plan que se les ha presentado les convenza y que el capital aportado se pueda recuperar como máximo en 5 años.
- Acudir a las empresas de capital riesgo. Su ocupación es invertir económicamente en emprendedores que presentan proyectos con modelos de negocio o sistemas tecnológicos novedosos, con un alto potencial de riesgo y de crecimiento y de los que se espera una rentabilidad considerable. Las sociedades de capital riesgo, a cambio, obtienen una participación de la empresa, habitualmente entre el 20 y el 30 %, y en ocasiones, un puesto de control dentro de la compañía.
- Existen otro tipo de financiación dentro del campo de los particulares, tales como el Crowdlending que consiste en obtener un préstamo de otros inversores, como se realiza con un banco, pero sin la intermediación bancaria y con un tipo de interés más alto. Está de moda por el éxito que han cosechado diversos proyectos empresariales y por el alto número de personas implicadas en la actividad, el crowdfunding. Se trata de obtener ingresos de un grupo de personas durante un tiempo determinado, a través de una plataforma on line. Finalmente tenemos el crowdsourcing que es una fuente de financiación consistente en la externalización de tareas, de manera que estas son cubiertas de una forma colaborativa. No tiene por qué conllevar una aportación económica, sino que en la mayoría de los casos son aportaciones basadas en el trabajo de profesionales.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 70 preguntas sobre “el emprendedor”, que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.
Feliz semana a tod@s.