La información contable y las decisiones

20 abril, 2024 0 Por JLHA

Continuamente, en la empresa y a todos los niveles del organigrama, se están tomando decisiones. Su gran mayoría tiene una clara repercusión económica. Todas ellas están basadas en una determinada información de la que se dispone en un momento preciso. El objetivo fundamental de la contabilidad consiste en facilitar la información económica para una acertada toma de decisiones.

Si hacemos un pequeño esfuerzo y efectuamos una especie de inventario para determinar en qué grado utilizamos realmente la información contable como soporte de las decisiones, es muy normal observar que gran parte de las decisiones con repercusión económica no están basadas en la información contable, sino en una serie de información obtenida al margen de ella. Nos podemos preguntar ¿por qué apenas se utiliza la contabilidad para la toma de decisiones? Veamos algunas causas:

  • La información que facilita no es suficiente no dispone de los datos precisos.
  • El sistema contable que se utiliza en la empresa no es capaz de satisfacer las necesidades de información precisas.
  • A través de la información proveniente del sistema contable se es incapaz de identificar oportunidades para mejorar los resultados.
  • No están adecuadamente formados los usuarios para interpretar con eficacia la información contable que les concierne.
  • Los costes de obtención de una determinada información mediante el sistema contable son prohibitivos para la compañía.
  • Apenas se utilizan los datos contables por el bajo nivel de calidad de éstos.

Una empresa, para no sucumbir, precisa tomar múltiples decisiones acertadas y a tiempo. De este axioma todavía no se han enterado las personas que están involucradas en los procesos contables. En plena era de la tecnología de la información, en muchas empresas todavía la información contable se recibe totalmente a destiempo. Parece que existe un principio inexorable y general de contabilidad que reza: un informe contable de un período se presenta justo sobre la mitad del período siguiente. Así tenemos que los informes trimestrales aparecen a mediados del trimestre siguiente y los mensuales a mediados del mes siguiente.

La contabilidad actual, es decir, la clásica, la de siempre, la que se estructuró hace quinientos años, es solamente una fotografía de la situación de la empresa en un momento dado. Los amantes de esta técnica la definen como un retazo de la historia de las compañías: las hazañas que han llevado a término, las batallas que han entablado y el detalle de las perdidas y de las ganadas. La historia suele ayudar a entender ciertas situaciones y evitar incurrir en los mismos errores, pero a través de ésta difícilmente se puede proyectar el futuro. Éste va por otros vericuetos y se configura con otras connotaciones. Normalmente los resultados futuros de una compañía no se obtienen por una extrapolación de los presentes, sino por cambios más o menos radicales en las circunstancias y en la subsiguiente actuación.

Existen empresas que efectúan grandes esfuerzos para diseñar una planificación estratégica. Todos sabemos que, si ésta no se lleva a término, el trabajo de diseñarla es estéril y decepcionante. Aparte se debe tener presente el riesgo que la empresa corre al no poner en marcha las acciones planificadas. El control presupuestario es un complemento contable, derivado de la planificación estratégica, que ayuda a mejorar la gestión y sirve para conseguir los resultados planificados. Mueve a reaccionar ante las desviaciones, contempla la rentabilidad total del negocio, y se utiliza para dimensionar las inversiones de su activo y recurrir a las financiaciones más ventajosas. Si no se realiza este esfuerzo de planificar, los directivos van actuando a salto de mata y totalmente por impulsos y corazonadas. Parece mentira que en estas épocas tan difíciles todavía existan «profesionales» que dirijan sus empresas, a espaldas de la información contable, con la punta de la nariz, desarrollando al máximo sus cualidades olfativas. Así les va y después se quejan de los pobres resultados, o de lo que es peor, de «su mala suerte» al haber hundido a la empresa.

En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “la organización contable” que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.

Feliz semana a tod@s.