Los bancos se quejan de ganar poco dinero
Recientemente los banqueros han celebrado el XXXIII Encuentro Financiero ABC, organizado junto con Deloitte y Sociedad de Tasacin. En su intervención el consejero delegado del Banco de Santander recordó que la actual rentabilidad de la banca estaba situada en un 11%, mientras que en los años de la pre-crisis se encontraba por encima del 20%. Es por ello que se debe hacer un esfuerzo para aumentar la rentabilidad y situarla en niveles adecuados. Por ejemplo para el año 2018 ya se ha fijado el objetivo de alcanzar el 13 %. Sólo hay dos caminos para conseguir este objetivo: aumentar los ingresos y/o disminuir los gastos. En cuanto a los ingresos la banca tiene un hándicap: el tipo de interés básico está rayando al 0 %. Poco puede hacer por aquí. Pero sí que existen otras vías. Vamos a comentar algunas de las posibilidades que se barajan. Todas afectan a nuestros propios intereses.
Abolición de las comisiones CERO.
El presidente de la Patronal AEB, ha asegurado que “el cobro por los servicios prestados será la norma en el futuro y el cliente tendrá que acostumbrarse a pagar«. La banca española está claramente dispuesta a poner fin a la política de comisiones cero de los últimos años y a recuperar otras tasas. El banquero ha admitido que cobrar por servicios que hasta ahora se prestaban de forma gratuita «no será fácil ni pacífico». Ha explicado que realmente los usuarios bancarios ya venían pagando esas comisiones porque las entidades se las repercutían de forma oculta con tipos de interés de los créditos más altos y menores remuneraciones de los depósitos, pero que al no ser repercutidas directamente existía la «ilusión financiera» de no pagarlas.
A partir de ahora qué pasará. ¿Continuaremos soportando las argucias y tretas descritas y además deberemos pagar cualquier servicio, o señuelo, que nos presten? Vemos que debemos tener muy bien afiladas las herramientas de la negociación y no bajar la guardia en el control de todos los cargos y abonos bancarios.
Rebajar los costes internos.
La banca española ha hecho ya un draconiano ajuste de oficinas y plantilla para reestructurarse, pero ahora ha retomado este ajuste de capacidad instalada. Varias entidades financieras ya han anunciado más cierres y más ajustes de plantilla para mejorar la eficiencia y adaptar su modelo de distribución al nuevo paradigma digital. Se busca que la red de oficinas sea más eficiente y competitiva. Para ello se planea especializar a sus sucursales en asesoramiento en torno a productos de mayor valor y más rentables como préstamos, fondos de inversión, planes de pensiones y seguros, entre otros. En cambio, los servicios de operativa básica, como los ingresos en ventanilla, el pago de recibos, etc., se reducirán, derivándolos a otros canales como el de la digitalización y los cajeros automáticos. Algún directivo bancario ha llegado a decir que «no tiene sentido obligar a ir al cliente a la oficina como hacemos ahora». Pensemos que una parte muy importante de las operaciones que se realizan en la actualidad pueden automatizarse.
Nos preguntamos si nosotros estaremos preparados para que la digitalización de las operaciones bancarias nos ayude a reducir nuestros propios costes o será una fuente de problemas y costes adicionales. Un directivo nos comentaba que él prefería la cercanía y el trato personal y que estaba hasta el gorro de tanta tecnología. El otro tema es si la susodicha especialización de las oficinas nos servirá para obtener los servicios que precisamos y en las condiciones más adecuadas a nuestra situación.
Continuar bajando la morosidad.
La tasa de morosidad del crédito concedido por los bancos se situó en febrero en el 10,09 %, mientras que en el mismo mes del año anterior era del 12,6 %. Según los expertos esta mejora ha sido debida por el paulatino desendeudamiento de las empresas y familias. Es decir, se ha mantenido la tendencia a la baja en la concesión de créditos y ésta se ha visto acompañada por el descenso de la cifra de clientes de dudoso cobro.
Todos sabemos que esta es una guerra sin cuartel que mantienen todos los bancos. Ellos continuarán en su pugna para bajar la tasa de mora ejerciendo, sobre todo, acciones preventivas que se centran en dar crédito a quien no lo necesita del todo, pero sí que tiene altamente asegurada su devolución.
Para acabar destacamos la guinda de la presión regulatoria. Los banqueros reunidos, teniendo presente las sumas ingentes de dinero que han recibido del Estado, todavía se quejan de “una presión regulatoria cada vez más rigurosa». Las entidades no rechazan la nueva regulación, sino que critican que las autoridades reguladoras no acaban de definirla y cerrarla del todo, y cada poco tiempo lanzan nuevos requerimientos. Denuncian que “continuamos con una incertidumbre regulatoria notable siete años después del estallido de la crisis», Advierten que eso distrae a los bancos de la que debe ser su actividad principal: dar crédito a la economía real. Sin comentarios.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “el disponible”, que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.
Feliz semana a tod@s.