El pool bancario
Hace unos años conocimos a una persona que actuaba como consultora en el área financiera de las PYMES. Cuando empezaba a trabajar en una empresa y observaba que tenía dificultades de tesorería, solía pontificar con enorme rotundidad que esta situación se arreglaba con un pool bancario. Los directivos, que sufrían las consecuencias de la escasez de disponible, quedaban atónitos ya que desconocían qué había detrás de esta expresión milagrosa. Los que dominaban el inglés pensaban que sería como una especie de “piscina o charca bancaria”. Pero la cosa no iba por aquí. De entrada el pool bancario en sí mismo no arregla absolutamente nada.
Se trata de un documento o informe en el que se especifica toda la financiación bancaria con la que está trabajando la empresa. Así se detallan, a nivel de cada banco con el que operan, las líneas de descuento de papel, las pólizas de créditos, los préstamos, los leasings, los confirming, los factoring, los avales bancarios, etc. En síntesis, diremos que se anota cualquier producto que tenga contratado la empresa con cualquier entidad financiera para obtener una financiación a corto o a largo plazo.
Normalmente es el banco el que nos solicita esta información a la hora de estudiar alguna propuesta de renovación o una nueva petición. Se puede elaborar en una simple hoja de Excel. Se anotan los límites concedidos. Algunos consultores especialistas en la materia aconsejan que no se entre en detalles de las cantidades utilizadas. Nos debemos ceñir al límite concedido. Si el empleado de turno nos solicita esta cantidad es preferible darla verbalmente y en el acto. De esta forma damos la sensación de que ejercemos un eficaz control de la situación financiera de nuestra compañía. También aconsejan que no se facilite ninguna información acerca de tipos de interés, de comisiones, de penalizaciones, etc. Así evitamos darles pistas de cómo nos trata su competencia. Como una imagen vale más que mil palabras, le acompañamos un modelo sencillo de confección y presentación del documento titulado pool bancario.
En el momento de afrontar la confección de este documento, debemos tener presente no desvirtuar los datos o facilitarlos de forma incompleta. Los bancos disponen de una información de primera mano, el CIRBE, con la que pueden cotejar los datos facilitados por la empresa. Si no cuadran pueden dar al traste las operaciones que se pretender aprobar. Otra historia es que a la banca le gusta que las empresas confeccionen el pool bancario ya que lo consideran como un signo del buen hacer financiero.
El CIRBE, o Central de Riesgos del Banco de España, es una base de datos que están obligadas a alimentar mensualmente todas entidades de crédito que operan en España, sobre los préstamos, descuentos, pólizas avales, leasings, factoring, y riesgos en general que conceden a cualquier ciudadano o empresa. Esta información es totalmente confidencial y solo está disponible de entrada para los propios informantes de cada cliente.
Aparte de la información que hemos detallado también está anotada, de forma destacada, si el cliente tiene alguna posición morosa o fallida.
Queremos remarcar algunas peculiaridades del CIRBE
- Para las líneas de descuento y pólizas de crédito se informa tanto del límite disponible como del importe realmente utilizado.
- La información es a partir de 6.000 Euros de riesgo, esto supone que si tenemos una tarjeta de crédito de 6.000€ o más, también aparecerá.
- Informa de los riesgos indirectos, es decir, cuando firmamos a otra persona como avalista también aparece en nuestro CIRBE.
- Para las sociedades, los bancos intentan siempre cuadrar el CIRBE de diciembre con los datos de endeudamiento que aparecen en el balance de cierre del ejercicio.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “el disponible”, que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.
Feliz semana a tod@s.