¿Nos ayudan nuestros proveedores para lograr la excelencia en la calidad?
De entrada, parece ser que a todos nos cuesta hacer las cosas bien a la primera. Algunos saben rectificarlas a tiempo, mientras que otros las entregan tal y cual han salido. Todos tenemos el derecho a equivocarnos, pero esto no nos da derecho a que nuestro error transcienda y dificulte la labor de los demás. La calidad del producto que vendemos está condicionada por dos causas: los materiales que compramos al exterior y los procesos internos a los que los sometemos hasta entregarlos a nuestro cliente. Hoy nos vamos a centrar en la primera de las causas: qué hacen nuestros suministradores para que nuestros productos alcancen la excelencia.
No podemos perder de vista la finalidad de la calidad. Si queremos que la empresa progrese estamos obligados situar en el mercado, en todo momento, un producto que aporte las prestaciones que el cliente necesita, las reconozca y las valore. En caso contrario, será muy difícil obtener su fidelidad en la compra. Para ello nuestros suministradores nos deben ayudar y no colocar palos en las ruedas. Todas las dificultades que nos ponen los proveedores para lograr la excelencia en la calidad del producto afectan directamente a la misma o bien indirectamente vía aumento de nuestros costes para paliar sus efectos. Ello redunda en los precios y obstaculiza para que podamos ser competitivos. Veamos algunas de estas anomalías:
- Producto falto de calidad. Se trata de recibir un producto que no se ajusta en todo a las especificaciones técnicas requeridas o tiene defectos, o bien está averiado. Ello obliga a la empresa a unos costes de verificación de la calidad de los artículos entrantes, negociación, devolución al proveedor, tratamientos administrativos, etc. Según sea la frecuencia de esta situación de no calidad, estos costes pueden ser significativos y nos debemos cuestionar el continuar con el proveedor o bien ayudarle a mejorar.
- Verificación de las entradas de género. Suele ser muy normal en las empresas controlar todas las entradas de mercancías de todos los proveedores. Para ejecutar esta labor dedican un equipo de personas y de medios adecuados. Nadie duda de que el coste de este servicio es significativo y la primero pregunta es ¿el valor de los errores detectados es superior a este coste? Creemos que debemos tener proveedores confiables para poder pactar con ellos la calidad concertada que evite estos costes de verificación.
- Manipulaciones en el producto. Nos referimos a la necesidad de efectuar operaciones previas en los productos recibidos para adecuarlos a los procesos normales de fabricación o en el caso de compañías comerciales, servirlos directamente al cliente. Estas operaciones representan un coste que normalmente ya está incluido en el precio de compra por lo que este tipo de operaciones deben correr a cargo del suministrador. En caso contrario es un coste nuestro adicional que va a condicionar nuestro precio de venta o nuestra rentabilidad.
- Las entregas a destiempo. Las consecuencias de este tipo de incidencia pueden ser muy lamentables. Desde no poder servir a tiempo a un cliente, a tener parada la cadena de producción por ausencia del material solicitado. Las empresas, entre ellas las del sector del automóvil, penalizan fuertemente al proveedor causante de este tipo de incidencia. Lo cierto es que esta anomalía puede llegar a representar una considerable disminución de la rentabilidad.
- Las tareas administrativas. Este apartado engloba un conjunto de trabajos variopintos que pueden llegar a tener unos costes más o menos ocultos que pueden llegar a ser significativos. Estas tareas suelen estar provocadas por las reclamaciones al proveedor, su seguimiento y el tratamiento administrativo que las acompaña. Veamos algunas de las causas de estas reclamaciones: los errores en las entregas; los plazos de pago distintos a los acordados; la persecución de las entregas del pedido; los abonos que no llegan y su cancelación que se demora misteriosamente; los errores en la facturación y la demora en el envío de la misma; la falta de información de todo tipo que solicita la empresa y un largo etcétera.
No nos cansaremos de aconsejar sobre la necesidad de que la empresa disponga de los mejores proveedores existentes en el mercado, estén donde estén. Ellos deben estar totalmente a nuestro lado para que logremos la excelencia. Nosotros les debemos ayudar para que vayan mejorando continuamente sus productos y procesos. Nosotros seremos los primeros beneficiados de ello.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “el aprovisionamiento”, que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.
Feliz semana a tod@s.