El liderazgo más allá de las palabras y las vanidades
Existen seis estilos de liderazgo que tienen una repercusión muy directa en el logro de los objetivos propuestos. A esta conclusión llegó el psicólogo Daniel Goleman después de entrevistar a 3.800 directivos de todo el mundo. Veamos cuáles son estos estilos.
- Orientativo. Se caracteriza por definir muy bien la dirección que se debe seguir y marcar un rumbo claro, facilitando así que los esfuerzos individuales estén bien orientados.
- Imitativo. Se basa en dirigir a través del ejemplo propio, con una alta capacidad para convertir la retórica en acción, impulsado por la coherencia intelectual y moral.
- Coercitivo. Se centra en identificar el trabajo mal hecho y apartar aquellas personas que penalizan el rendimiento o la convivencia del colectivo, haciendo suyo el lema: “el que no rema, pesa”.
- Afiliativo. Es el que presta atención sincera a las personas, consciente del poder que tiene la empatía para fortalecer las bases directivas a largo plazo y poder afrontar las dificultades.
- Democrático. Invita a los empleados a participar en la toma de decisiones que afectan a su trabajo, cosa que favorece el desarrollo profesional, a la vez que multiplica el nivel de motivación.
- Capacitador. Es el que se practica cuando se monitoriza al detalle la evolución del desarrollo de las actividades y se comunica proactivamente con los colaboradores para que se adapten mejor a las circunstancias.
Los rasgos de nuestra personalidad siempre nos ubican de forma preferente en alguno de estos seis estilos. Goleman asegura que no son compartimentos estancos, sino que sus competencias se pueden mezclar y completar para mejorar los resultados. Equipara al buen líder con un jugador de golf que, para ganar la partida, precisa de una bolsa con varios palos y tiene que elegir el más adecuado para cada situación.
Si no queremos que la empresa reduzca su gestión a las palabras y las vanidades, es conveniente analizar el liderazgo de los directivos a partir de marcos de referencia amplios y capaces de valorar su inteligencia emocional y su verdadero potencial transformador.
Acabemos con lo que decía el filósofo chino Lao-Tse hace más de 2.000 años: “el mejor líder es el que nadie sabe que lo es. Como no se atribuye los méritos, el mérito nunca le abandona”.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “el personal”, que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.
Feliz semana a tod@s.