Nueve de cada diez startups no superan los tres años de vida
La mayoría de las startups que se crean, fracasan antes de cumplir los tres primeros años de vida. Sólo una de cada diez continúa viviendo. Las principales razones de la falta de éxito, según explica Startupxplore, que es una comunidad online que se dedica a conectar startups e inversores, son:
- No plantear bien el negocio.
- Copiar un modelo de negocio con éxito sin adaptarlo a la realidad de su cliente objetivo. “No han comprendido profundamente a sus clientes que probablemente no son iguales o no tienen los mismos problemas que los del modelo en el que se inspiran”.
Aparte de estas dos causas existen otras que se deben tener en cuenta para evitar el fracaso, que conlleva una lamentable pérdida de esfuerzos, de recursos y de credibilidad externa y, sobre todo, interna. Repasemos las causas más significativas para tenerlas en cuenta y poder evitarlas:
- Como hemos mencionado, no se ha analizado bien el mercado. Apenas se han localizado cuáles son los clientes potenciales de la empresa y mucho menos se han identificado sus necesidades. No se ofrecen soluciones que contengan un valor claramente diferencial.
- El equipo directivo se ha encerrado en su torre de marfil y no ha dedicado el tiempo necesario a estar al lado del cliente y escucharle. Por ello, no se ha tenido un mejor conocimiento del mercado. Ni tan siquiera se han solucionado problemas debido a esta ausencia de diálogo.
- Se han ignorado o minusvalorado las acciones de la competencia. Esta postura ha acarreado graves perjuicios toda vez que no se ha podido, o sabido, reaccionar a tiempo y de forma contundente.
- No ha sido implantada una vital política de comunicación de dar a conocer a la empresa, de que el mercado sepa de su existencia y de lo que ofrece.
- La empresa ha estado formada por un equipo de personas mediocres. La idea ha sido implantada por un conjunto de profesionales con poca experiencia, o con escasas habilidades, o bien con un deficiente conocimiento del mercado en el que se iba a operar.
- Ha existido una falta de constancia. Se han efectuado continuas modificaciones a los planes. Ha habido una clara indeterminación sobre los objetivos, o propósitos a perseguir.
- Ante las dificultades de todo tipo, no ha habido ningún tipo de iniciativa, no se ha estado alerta ni se han dado pasos para adelantarse a las mismas y poner remedio o buscar alternativas, antes de nada.
- La empresa no ha estado asistida por unos buenos consejeros. No se dialogaba con inversores ni con fundadores de empresas exitosas. El equipo no ha recibido aprendizaje suficiente, ni tan siquiera unos buenos consejos.
- La empresa, que acababa de despegar, se ha sentido abrumada con una carga brutal de gastos superfluos. Se han efectuado inversiones, incluso pequeñas, que no tenían ningún sentido, se habían hecho sin pensar en absoluto en que debían dar una rentabilidad mínima que permitiese su retorno en un tiempo prudencial.
- Ha existido un ahogo financiero. Los ingresos estaban por debajo de los pagos creando un agujero. No se ha podido obtener la financiación adecuada para cubrirlo. Tampoco se ha hallado solución para que los ingresos superasen a los pagos.
En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 70 preguntas sobre “el emprendedor”, que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.
Feliz semana a tod@s.