De vueltas con los stocks

19 enero, 2016 0 Por JLHA

Son muchas las empresas cuyos stocks están situados en unos niveles alarmantemente altos y así permanecen año tras año. Aunque a riesgo de que alguien piense que esto no es malo ya que se dispone de una especie de reserva financiera realizable y se asegura de que el cliente pueda recibir de inmediato todo aquello que precisa, nosotros entendemos que un nivel desmesurado es malo, muy malo. Veamos por qué.

Si disponemos de unos stocks que están totalmente financiados por los proveedores, es decir están pendientes de pagar, el tema financiero en principio es inocuo. Todavía no ha salido ni un triste euro de nuestra caja para pagar al proveedor. Si tenemos suerte y podemos vender y cobrar una parte de lo comprado ésta irá a engrosar el superávit de nuestra tesorería.

Pero vayamos al otro caso que algunos considerado como extremo. Todos los stocks ya han sido pagados al proveedor y estamos teniendo dificultades a la hora de colocar el género a los clientes. Por otro lado hay, una presión diaria para abonar los denominados gastos generales o corrientes, tales como el personal, la energía, las comunicaciones, etc. A los que se añaden los impuestos correspondientes a la actividad. A no ser que los recursos propios de la compañía sean muy espléndidos, ésta se ve abocada a pedir dinero a quien esté dispuesto a prestarlo, pero siempre con dos características intrínsecas: se debe devolver y está penalizado con un rendimiento a pagar, o dicho llanamente, con un interés. Esta situación en muchas empresas es el principio de su fin. Por supuesto que se pueden añadir más desgracias del estilo de que gran porción de los stocks estén obsoletos, los clientes no les paguen, una considerable parte de las inversiones en inmovilizado sean improductivas y un largo etc.

Todas las empresas corren el riesgo de que les puede suceder lo descrito con una mayor o menor virulencia, por ello nosotros en nuestro programa TO THE EXCELLENCE, al que puede Vd. acceder desde aquí, en el cuestionario relativo al “aprovisionamiento” hemos incluido la pregunta 1 que indica:

¿Se utiliza algún método fidedigno y aceptado por la gerencia para calcular la cantidad de producto a comprar y que evite tanto los excesos de compras como las roturas de stocks? 

La fuente de los sobrestocks, y también de las roturas de stocks, está en los procedimientos y rutinas que se utilizan para efectuar las compras o lanzar los pedidos al proveedor. Un exceso de compra, es decir comprar por encima de las necesidades de ventas o de producción, desencadena un exceso de stocks. Esto es de Perogrullo, pero muchas empresas no lo tienen en cuenta. Así continúan utilizando una metodología anticuada e ineficaz para el cálculo de la cantidad a comprar. Otras veces por comodidad o lo que es peor por gandulería conservan los parámetros que en su día se decidieron, sin adecuarlos ni actualizarlos a la realidad del momento con sus tendencias y al comportamiento de los suministradores. En otras ocasiones se mantienen porcentajes de participación de los productos en el total de la familia del tiempo de María Castaña. Otro error muy frecuente es la inhibición de Comercial, al no querer mojarse a la hora de facilitar las ventas de los próximos meses a Compras. Ésta se ve obligada a recurrir al célebre presupuesto anual de ventas que todos sabemos la de correcciones que se deben efectuar en el transcurso del año.

Feliz semana a tod@s