Debemos entender el idioma contable

14 mayo, 2016 0 Por JLHA

El 72 % de las empresas que cierran en la Unión Europea han cometido importantes errores en alguna parte de su gestión económica y financiera. En España parece que el porcentaje es aún superior. Muchos gerentes y equipos directivos no prestan a esta área la atención requerida. Los números son aburridos, acomodaticios, indescifrables e incluso erróneos, en opinión de la mayoría de estos directivos. En muchos casos dan esta opinión para distraer y esconder la ignorancia supina que tienen sobre el comportamiento de las cifras de la compañía.

No podemos olvidar que absolutamente todas las decisiones de Marketing, Producción, Compras, I+D, etc., repercuten directamente en la situación económica y financiera de la empresa. Algunas veces para bien y otras para mal. Un equipo directivo que no entienda y domine seriamente el idioma contable, puede conducir a su empresa al fracaso. Todos debemos hablar el mismo lenguaje: el de la RENTABILIDAD y la LIQUIDEZ. Para hablarlo, se requiere conocerlo y entenderlo.

No estamos diciendo que todos los directivos deben convertirse en contables. En absoluto. Cada uno debe esforzarse a diario para llegar a ser un gran conocedor y gestor del terreno de su responsabilidad. Pero, debe estar familiarizado con los conceptos básicos financieros. Es decir, todos aquellos que se relacionan con la rentabilidad y la liquidez de la compañía. Cualquier directivo debe saber, en todo momento, cómo sus decisiones están afectando a las citadas rentabilidad o liquidez.

En esta tarea formativa de la dirección juega un papel muy importante la figura del contable. Es éste quien de una manera muy práctica y mes tras mes, debe ayudar a los miembros de la dirección a analizar el balance y la cuenta de explotación. En un principio se debe centrar en los aspectos más importantes, como pueden ser:

  • En el balance: las previsiones de la tesorería; los plazos de cobro de los clientes y la morosidad; los días de cobertura de los stocks y los obsoletos; la rentabilidad de las últimas inversiones en inmovilizados; la rentabilidad y oportunidad de las nuevas inversiones propuestas; los plazos de pago acordados con los proveedores y acreedores; la situación y evolución del endeudamiento.
  • En la cuenta de explotación: básicamente los motivos de las desviaciones sobre el presupuesto de los siguientes conceptos: las ventas; los costes de las mismas; los gastos proporcionales; los gastos fijos o por secciones; los gastos financieros. Recalcar cómo cada una de estas desviaciones ha repercutido en la desviación del beneficio esperado o presupuestado.

Este análisis conjunto, y dirigido por el contable, debe estar orientado a la consecución de estos tres objetivos:

  • Conocer las causas por las que aparecen situaciones que drenan la rentabilidad o la liquidez.
  • Idear acciones de mejora y lograr el compromiso de su rápida implantación.
  • Familiarizar a los directivos en la comprensión del idioma contable en su vertiente práctica y encarada a los resultados.

En FFACT, en el apartado TO THE EXCELLENCE encontrará un interesante cuestionario de 40 preguntas sobre “la organización contable”, que le ayudará a reflexionar sobre este importante tema.

Feliz semana a tod@s.